RETARDO LECTOR Y DISLÉXICOS

Elizabeth Abudinén Adauy. Educadora de Párvulos y Profesora Especial y Diferenciada (Psicopedagoga). Pontificia Universidad Católica de Chile.

Desde sus primeros días de vida los niños van adquiriendo el conocimiento a través de sus sentidos, en especial el visual, auditivo y kinestésico (Estilos de Aprendizaje). Esto, junto a su madurez lectora llevará a un grupo de niños, entre fines de kinder y principios de primer año básico, a acceder a la lectura de manera fluida, incluso muchos saldrán leyendo de kinder, a pesar de que el proceso lector culmina a fines de segundo año básico. Pero hay un  grupo que aún no llega a esa etapa, son los llamados niños con Retardo Lector dentro de los cuales, también, se encuentran los Disléxicos.

Existen dos tipos de Retardo Lector: el simple y el específico. El primero tiene un origen externo, ya que hay una carencia en la estimulación de las habilidades verbales y psicolingüísticas por falta de conocimientos y de educación de los padres, pero también por malas prácticas pedagógicas en la enseñanza de la lectura. Es por esto que los docentes deben conocer muy bien a cada uno de sus alumnos (estilos de aprendizaje o estilos cognitivos), descubrir los temas de interés de cada uno de ellos y utilizar diferentes maneras de enfrentar a los niños al proceso de lecto-escritura (estrategias de aprendizaje).  Este retraso se supera después de un tiempo de reforzamiento pedagógico donde se “incorpora el desarrollo de habilidades de procesamiento fonológico, reconocimiento de letras y números y memoria verbal.” (Luis Bravo Valdivieso, Doctor en Psicología. Revista Calpe & Abyla, n° 01, Noviembre 2010). Dentro del segundo grupo están los “Niños de Lectura Lenta”, que con un buen tratamiento psicopedagógico logran salir adelante, a pesar de su lentitud para leer y, los “Disléxicos”, estos  últimos mantienen en el tiempo su dificultad lectora. Su mayor carencia es no reconocer  y leer fluidamente y de manera automatizada  las palabras escritas, lo que interfiere con la comprensión del texto leído, además de su dificultad ortográfica.

La dificultad de estos niños radica en dos problemas: uno de  tipo ambiental que es similar a los casos de Retardo Lector simple y otro de tipo biológico, donde se observan alteraciones genéticas en la maduración de funciones verbales, entre otras. Algunos niños Disléxicos emplean continuamente estrategias cognitivas inadecuadas de lectura por las malas metodologías implementadas en el proceso de enseñanza de ésta. El avance en el tratamiento con estos niños está en estrecha relación con la forma en que se trabajan en él sus mecanismos compensatorios que le permitirán acceder a la decodificación y al significado. Dicha tarea debe ser realizada por un especialista que trabaje la conciencia fonológica, semántica, sintáctica y alfabética. Pero la persistencia en el tiempo de sus errores será lo que nos permitirá clasificarlos dentro de este rango. Cabe destacar que no todo lector deficiente es Disléxico.

                Finalmente, hoy en día, se observan niños sin Retraso Lector que debido al uso sin límites de las pantallas, han mostrado un descenso en el interés por la lectura, viéndose desfavorecido tanto el léxico como la sintaxis del lenguaje lo que conlleva a una mala calidad de la comprensión lectora y de la expresión escrita. Esta es una situación transversal al nivel socioeconómico como podemos comprobar en los bajos resultados obtenidos en el SIMCE y PSU de lenguaje. Es necesario, entonces, volver a fomentar la lectura familiar y recreativa con el fin de estimular positivamente el ambiente y dar significado relevante a los símbolos con que se ven enfrentados al tomar un libro, independientemente si tienen o no un Retardo Lector.

BIBLIOGRAFIA.

1.- Aprendizaje Inteligente. Pablo Menichetti.

2.- Revista CALPE & ABYLA. Amanda Céspedes C., Gloria Silva y Colaboradores.

3.- Artículos del diario “El Mercurio”, sección Educación. Año 2011.

4.- Psicopedagogía de la diversidad en el aula. J.Bermeosolo B.