lunes, 27 de diciembre de 2010

EDUCANDO CON VALOR

Muchos autores coinciden en la importancia de entregar a los niños reglas claras y acordes a su edad. “Educar es orientar teniendo ideas claras” (Alexander Lyford Pike, Hijos con Personalidad… raíces y alas.) No es lo mismo pedirle a un niño de doce años que ordene su pieza  que pedírselo a uno de cinco. Este último deberá tener la ayuda o la supervisión de un adulto para que le resulte más fácil cumplir con su tarea y, si no lo hace, no se le podrá privar de algo que le agrade como sí se puede hacer con los más grandes, quienes ya comienzan a  comprender la importancia de adquirir ciertas responsabilidades que le permitirán, de adulto, ser autovalentes y personas integradas en la sociedad; siendo esto un principio valórico más que una regla impuesta. Esto también implica el reconocimiento de la naturaleza misma de la persona humana, con sus defectos y virtudes.
Estas reglas, además, deben “ser firmes, consistentes y necesariamente flexibles” (Amanda Céspedes. Niños con pataleta, adolescentes desafiantes, editorial Vergara, 3ra edición). Conviene, como adultos, analizar los valores que como familia les interesa transmitir a sus hijos. En esa entrega de valores se debe ser flexible, es decir, observar por qué el niño no ha cumplido con lo que se le ha solicitado (cansancio por parte del niño, objetivos muy altos, rebeldía, estrés, cambios hormonales, etc.) y, de acuerdo a eso, ver la necesidad de replantear lo solicitado, a través de planes de acción o técnicas concretas de disciplina (privación de algo agradable por un período de tiempo, por ejemplo) o  de una nueva conversación donde ellos deban descubrir cuál fue su error y cómo remediarlo. Lo importante es que vean que uno, como padre, no deja de lado un valor enseñado sólo porque a ellos no les interesa. Es necesario que los padres comprendan que a pesar de lo difícil que es educar en este siglo, se deben mantener firmes en sus creencias y valores. De esa manera los niños podrán descubrir que es más valioso ser uno mismo que dejarse llevar por la corriente, donde en cualquier momento pueden perder su propia identidad. 
Por último, considero importante destacar lo que la doctora Amanda Céspedes (Neuropsiquiatra infantil) nos entrega en su libro “Niños con pataleta, adolescentes desafiantes” en relación al carácter:
“Tener carácter implica:
VOLUNTAD                                         :una firme determinación.
TESÓN                                                 :ser perseverantes.
SACRIFICIO                                         :saber posponer gratificaciones inmediatas en pos de
                                                            un objetivo mediato.
RESPONSABILIDAD                             :hacerse cargo de las consecuencias de cada acción.
COMPROMISO                                   :esponder ciento por ciento a cada obligación                              
                                                            asumida, sin dilaciones ni justificaciones.
OBJETIVIDAD                                     :evaluar la marcha de una determinada conducta en
                                                            pos de un objetivo con la máxima imparcialidad.
CONSECUENCIA EN EL ACTUAR        :no transar en las propias opciones si ellas se afirman
                                                            en convicciones.
CORAJE                                              :no arredrar si se tiene una meta.
HONESTIDAD                                     :saber detenerse si se comprueba un error,
                                                            especialmente si puede ser perjudicial o dañinos
                                                            para terceros. Esto significa reconocer el error y
                                                            asumir sus consecuencias.”
           

2 comentarios:

Verónica dijo...

Gracias por tus libros recomendados en este artículo. Los dos están muy buenos y son muy concretos, en especial el libro: Hijos con personalidad, raíces y alas. Ya los comencé a leer y lo mejor a aplicar lo que enseñan. Lo más impresionante, es que he visto cambios en mis hijos.

Abudinén Psicopedagoga dijo...

De nada, Verónica.
Más abajo en "LIBROS RECOMENDADOS" aparecen otros libros que yo te sugiero revises. Además, me preocuparé de colocar más bibliografía acerca de cómo educar mejor a nuestros hijos.
Gracias por tu comentario.