Elizabeth Abudinén Adauy. Profesora de Educación Especial y Diferenciada (Psicopedagoga). Pontificia Universidad Católica de Chile.
Si tiene un hijo al cual le encanta el fútbol y no se motiva con los estudios, le sugiero que transforme el estudio en una cancha de fútbol.
¿Cómo hacerlo? Primero pídale que se imagine la sala de clases como un entrenamiento, donde el profesor pasa a ser el DT (Director Técnico) y él el jugador. Luego, transfiera ese ejemplo a la sala de clases.
1.- ETAPA DE IMAGINACIÓN:
Si estás en un entrenamiento y el DT pide silencio para explicar las técnicas que usarán en el partido ¿qué hacen los jugadores?... se quedan en silencio y ESCUCHAN las instrucciones. Luego, ejecutan lo que el DT les enseñó y explicó. Además, ¿si yo no practico lo que el DT me enseñó como voy a poder asimilarlo para, luego, aplicarlo? ¿Qué sucedería si no lo hicieran y cada uno entrenara por su cuenta y a su manera? ¿Cómo les iría en el partido? ¿Ganarían o no? (Dejar que el niño piense y responda).
TRANSFERIR A LA SALA DE CLASES:
Esto es lo mismo que en la sala de clases: si el profesor entra a la sala necesita silencio para enseñar. Si ustedes hablan él no podrá entregar las instrucciones y pasar su materia, por lo tanto no aprenderán y, luego, en la prueba ¿podrán entender y responder adecuadamente a las preguntas? ¿Qué piensan ustedes al respecto? Y si yo no repaso en casa los contenidos entregados en el colegio ¿cómo me los voy a aprender y lograr ganar el partido?
Ahora bien, si yo no planifico y no organizo mis jugadas con mis compañeros cuando llegue el minuto de convertir un gol ¿jugaremos en equipo? ¿Por qué?.