jueves, 5 de enero de 2012

COMUNICACIÓN ASERTIVA: ¿CÓMO LOGRAR QUE UN HIJO HAGA CASO?

Elizabeth Abudinén Adauy. Profesora de Educación Especial y Diferenciada (Psicopedagoga).  Pontificia Universidad católica de Chile.


Hay varias maneras de lograr que un hijo haga caso, para esto uno debe conocer ciertos aspectos de cómo comunicarse con un hijo. La más adecuada es la que considera una COMUNICACIÓN ASERTIVA.  ¿Qué significa ser asertivo con los hijos? Ser capaces de entablar una comunicación asertiva es comunicarse de forma clara y directa con el fin de guiar la conducta del niño y permitirle tomar decisiones correctas.  Para eso, nosotros, como padres formadores, debemos trabajar el autocontrol y tener tiempo y paciencia para no caer en una conducta poco afable con el niño y que se haga reiterativa en el tiempo. “La autoridad paterna cumple su función educativa cuando se ejerce con cariño, estímulo y paciencia”. (“Hijos con Personalidad… raíces y alas”.  Alexander Lyford Pike. Ediciones Universidad Católica de Chile). De esta manera habremos dado un paso importante en lograr que un hijo haga caso. 

Para una comunicación asertiva, es necesario que el niño aprenda a escuchar y para eso, nosotros, debemos darnos el tiempo de escucharlos a ellos “con el corazón…”, no en el momento en que se le solicita alguna orden, sino más bien, buscar instancias de juego o de
conversaciones donde el niño pueda contarnos sus vivencias: “… exige una postura de acogida…el adulto debe evitar activamente emitir juicios de valor…la negligencia en comunicarse afectivamente con un niño es el arma más mortífera a la hora de destruir su autoestima”. (“Educar las emociones. Educar para la vida”. Amanda Céspedes. Editorial Vergara, 1° Edición.)

Dentro de esta comunicación asertiva, se recomienda identificar las conductas que nos interesa cambiar en nuestros hijos, además, de las que quisiéramos que se manifestaran con más frecuencia y, pensar qué consecuencia tendrá el no cumplimiento de esa o esas tareas por parte del niño: se deben establecer con anticipación las consecuencias para evitar acciones impulsivas, el refuerzo debe ser constante y e inmediato.  

El niño en este aprendizaje debe tener, también, la oportunidad de tomar sus propias decisiones, es importante enseñarle al niño que todo en la vida se puede alcanzar si cree en sus capacidades y si elige el camino correcto, que se debe pensar bien antes de hacer algo, ya que todo lo que hoy se hace tiene una consecuencia para el futuro y está en sus manos saber elegir; eso es parte de su aprendizaje. Así, el niño, aprenderá a aceptar la responsabilidad de sus opciones. Es el propio niño, guiado por el adulto, el que debe encontrar sus propias soluciones a los diferentes problemas que se le presentan lo que, a su vez, favorecerá su autoestima. Por ejemplo, cuando el niño no quiere estudiar explíquele que tiene dos opciones: estudiar o “perder algún privilegio durante parte del día”. (“Cuaderno de trabajo para padres, maestros y niños sobre el trastorno de bajo nivel de atención o hiperactividad”, por Harvey C. Parker, Ph.D.). Es él quien elige, usted sólo lo guía y es un mediador entre la conducta y la consecuencia, que muchas veces puede ser positiva, eso dependerá sólo de su elección. Un ejemplo de comunicación asertiva es:

Madre  : hijo, es hora de estudiar.
Hijo/a   : estoy cansado, quiero ver tele. Después estudio.
Madre  : Hijo/a, ¡mírame! Tú prometiste que después de tomar té, ibas a estudiar. Tú elegiste   descansar después de hacer tus tareas. ¿No es así?
Hijo       : Mamá, tú eres muy estricta, a mis compañeros los dejan ver tele todo el día.
Madre  : Hijo/a, puede ser que a ti te parezca que yo soy estricta y entiendo que a todos los dejen ver televisión, pero tú hiciste un trato conmigo y tendrás que elegir entre estudiar ahora o no usar el computador después de cenar. Será tu elección.

 Cuando uno quiere que el niño lleve a cabo lo solicitado, el problema no es de él, sino, suyo. Es usted quién necesita que él estudie, se bañe, cene, etc. Él está feliz viendo tele, jugando o, simplemente, no haciendo nada. Por esta razón, es importante que el niño sepa que si no lleva a cabo la conducta solicitada él elegirá ser castigado, ya sea privándolo de algo que le gusta hacer, realizando una tarea acordada (como por ejemplo: lavar los platos, recoger la mesa, etc.) o quedándose sólo en un lugar por un tiempo determinado, el que no debe ser muy extenso. El niño debe comprender que los castigos son una consecuencia lógica de su propia conducta y que ellos, libremente y en conciencia, eligieron ser privados de algo por no cumplir con las reglas establecidas previamente; así mismo, recibirán un refuerzo positivo cada vez que aparezca la buena conducta. Es recomendable, para el logro de las buenas conductas, estimular positivamente cada vez que la conducta a afianzar aparezca, para esto se pueden utilizar  elogios concretos: ¡Qué bien que te levantaste temprano!, ¡Gracias por ayudarme en la casa!, ¡Te felicito por haber echo un resumen!, además de, programas de distintivos  y contratos de etiquetas (“Cuaderno de trabajo para padres, maestros y niños sobre el trastorno de bajo nivel de atención o hiperactividad”, por Harvey C. Parker, Ph.D.).

Algunas sugerencias para el cumplimiento de ciertos comportamientos son, por ejemplo:

Ø  Si el niño por las mañanas no se levanta temprano, debe entonces acostarse antes para evitar tener sueño.
Ø  Si no sabe comportarse en la mesa, debe llevárselo a la cocina y dejarlo solo mientras el resto de la familia disfruta una entretenida velada familiar.
Ø  Si al jugar, discuten más que comparten, explíqueles a los niños que usted se verá en la obligación de guardar el juguete hasta que se coloquen de acuerdo.

El castigo no debe transformarse en una constante amenaza, para la cual, después de dar la orden se debe esperar 15 segundos y comprobar que ésta se cumplió, sino, uno debe pedirle nuevamente que cumpla con lo requerido, esperar 10 segundos más e informar que él o ella, estará eligiendo ser privado de algo que le agrada sino cambia su comportamiento.  “Cuando aplique la consecuencia, ignore cualquier argumento que el niño intente. No responda ante los comentarios verbales que haga el niño y no lo amoneste, regañe, ni le pegue, ni reaccione de otra manera que no sea aplicar la consecuencia, con tranquilidad y eficiencia”. (“Cuaderno de trabajo para padres, maestros y niños sobre el trastorno de bajo nivel de atención o hiperactividad”, por Harvey C. Parker, Ph.D.).

Aquí les dejo algunos tipos de contratos de etiquetas, ustedes pueden hacer sus propios contratos de acuerdo a la conducta que desean modificar. Lo ideal, además, es, si son pequeños, hacer un afiche con la forma de un tren, o de una cama, o de unos libros, todo dependerá de la conducta a trabajar, y colocar una estrella, una carita feliz o una calco-manía cada vez que logre la conducta deseada hasta completar lo acordado. 


APRENDO A CUIDAR MIS JUGUETES

Contrato de la Tabla de Etiquetas.
Recibirás una etiqueta cada vez que _________________________
_____________________________________________________
Pero si te portas mal: _____________________________________
Cuando tengas ________ etiquetas en tu tabla, podrás ___________

_____________________________________________________

















2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno tu artículo. Gracias!!!1

Anónimo dijo...

Gracias por la informacion.