Elizabeth Abudinén Adauy. Educadora de Párvulos y Profesora de Educación Especial y Diferenciada(Psicopedagoga). Pontificia Universidad Católica de Chile.
Actualmente, en que los pequeños se ven bombardeados por un sin fin de estímulos poco adecuados para su edad, a través, de la televisión o internet, es necesario replantear hacia dónde queremos encaminar el futuro de nuestros hijos. Es cierto que la tecnología bien utilizada es un instrumento que beneficiaría grandemente a la educación, pero también, es importante destacar que el abuso, sin control parental, es un arma muy peligrosa en manos de nuestros hijos. Por eso, es tan importante colocar un límite de horas (se recomienda 1 hora diaria de lunes a viernes y 2 horas el fin de semana) y mantenerlos alejados el mayor tiempo posible de las pantallas, que día a día cautivan la "atención" de más niños en el mundo, sin que esto signifique aislarlos completamente del mundo tecnológico en el cual están inmersos. Se hace necesario que los adultos tomen conciencia de que hay muchas actividades que se pueden realizar sin estar frente a una pantalla, por ejemplo: juegos de mesa, actividades al aire libre, deportes, cine y teatro entre otras. Revisaremos, entonces, los beneficios que conlleva para los niños, ver una obra de teatro. Muchos especialistas ven en el teatro una excelente vía de aprendizaje, ya que favorecen la concentración, la capacidad de imaginar y por ende, la creatividad. El niño interactúa con personajes "reales", donde puede entablar un diálogo con ellos e incluso ser parte de la historia, si lo invitan a subir al escenario.
Por lo demás, con los avances de las neurociencias, hoy en día, se ha descubierto que al ver una obra de teatro, se libera una mayor cantidad de hormonas y neurotransmisores como son: las endorfinas y la dopamina. La dopamina está fuertemente asociada con los mecanismos de recompensa en el cerebro que los lleva a mantenerse activos en una situación dada; es un neurotransmisor que controla los procesos cerebrales, como el movimiento, las emociones, los ciclos de sueño y la capacidad de experimentar placer. Las endorfinas son sustancias químicas para sentirse bien, aumentan el sistema inmunológico y son las responsables de que los niños se sientan contentos al ver e interactuar con los personajes en una obra de teatro, por lo que su nivel de estrés decaerá al estar más protegidos. Por ende, algunos de los beneficios que conlleva el ver una obra de teatro es que es un "medicamento" natural en la producción de neurotransmisores; siendo por lo demás, un momento para dejar volar la imaginación y la creatividad. Además, de ser un buen mediador en la enseñanza de ciertas reglas culturales como son: escuchar en silencio, respetar turnos, entre otras.
Con el fin de experimentar ustedes mismos los beneficios de ver una obra de teatro con sus hijos, les recomiendo una serie de entretenidas obras que ofrece el teatro "El Árbol" ubicado en Ernesto Pinto Lagarrigue 236, en el Barrio bellavista, página web: http://www.teatroelarbol.cl/page5.php.
1 comentario:
Estoy de acuerdo en que, sin alejar a los niños de la tecnologìa, se les debe entregar una variada gama de otras actividades y entretenciones. Los juegos ayudan a que los niños se sociabilizen adecuadamente. Y si, ademàs, los hacemos participes de obras de teatro, de cuenta cuentos, de recitales para niños podràn descubrir un mundo de fantasìa y creatividad sin fin.
Gracias por tu artìculo.
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